Dicen que todo el universo tiene una voz de expresión,
pero yo escuché la historia de Azul, la niña de voz silenciada.
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¿Qué esperas para hablar?
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Lo hago, dijo ella
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¿Por qué no respondes? Le
replicó más de uno en su hogar.
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Qué esperan qué conteste,
murmuró con voz entre cortada.
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¡Pero vaya niña! Siempre
tan callada, ya es hora que diga algo bueno de una vez
Eran tantas veces las mismas conversaciones que
escuchaba que la niña creció creyendo que de verdad no hablaba.
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¿Será que soy como las
aves? Ellas tienen un bello cantar, pero mi tía las quiere matar dice que su
canto son chillidos que aturden, pero yo solo escucho melodías cuando ellas
regalan su voz.
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¡Quizás soy como el mar!
Que le habla a más de uno cantando cómo esta, a veces feliz mostrándose junto
con la brisa del mar y otras enfurecido rompiendo en olas y aun así hay gente a
la que le gusta desafiar al mar embravecido.
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¿Cuál es mi voz? ¿Será que
algún día me entenderán? ¿Entenderán que tengo tanto que expresar?
Así pasaron soles y lunas en la vida de Azul.
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¿Por qué no les dices cómo
te sientes? Dijo Francesca, la mejor amiga.
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Lo hago, pero jamás
escuchan, mientras en su rostro una lágrima caía.
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Has una carta.
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¿Una carta? ¿Será que solo
así entenderán cómo me siento? Se quedó pensando, Azul.
La cabeza de Azul empezó a revolotear, tenía miles de
ideas, no sabía cómo iniciar. Era la primera vez que iba a escribir sobre ella.
Entonces tomó el lápiz y papel, escribió, escribió
hasta que se durmió.
A la mañana siguiente entregó la carta a sus padres,
lo leyeron, murmuraron, se miraron y continuaron con su rutina de siempre, el
día a día.
Azul estaba consternada, en esas letras ella puso
corazón y vida, de pronto sonrió y se dio cuenta que no era la niña de voz silenciada, sino que los
demás no están dispuestos a escuchar.
Fue así que escribió una última carta de despedida y
se marchó.
Ahora no solo tenía su voz (esa que siempre tuvo) sino
que también tenía sus letras como forma de expresión y que al igual que las
aves y el mar solo aquellos que estén preparados entenderán.